La lucha contra el yihadismo, y en general contra la intolerancia religiosa, es una de las luchas fundamentales para los demócratas de nuestro tiempo. En esa lucha, es fundamental que las democracias aprieten a cualquiera que ampare, de una forma u otra, a los que promueven el terrorismo religioso. Incluyendo, en un lugar muy especial, a gobiernos como el de Arabia Saudí. No obstante, me llama la atención el reciente (y creciente) entusiasmo anti-saudí de Podemos, y de la True Left en general. Sospecho que la causa es que la True Left se toma esto como una puerta trasera para insistir en su esquema clásico de explicación de casi cualquier problema: la culpa del Mal es de Occidente.
La puerta trasera es que, dado que Arabia Saudí es aliada de EEUU, Occidente estaría detrás del yihadismo. De este modo, gente percibida por la True Left como “no-occidental” (los yihadistas) sería medio-exculpada por sus crímenes; su Mal no sería propio, sino una derivación de la Gran Fuente del Mal, que en el relato maniqueo de la True Left, heredado de la Guerra Fría, siempre ha de ser Occidente. Parecería que la furgoneta del 17A la conducía Hillary Clinton. Un poco como cuando los independentistas más maniqueos presentan la corrupción en Cataluña como una “contaminación española”. Pero antes de que la True Left se entusiasme demasiado con esa puerta trasera, debería considerar algunas cosas.
Continue reading “Sobre Arabia Saudí, Podemos y la True Left que no superó la Guerra Fría”